El espacio en nuestras casas y oficinas suele ser reducido para guardar todo cuanto queremos. Cada vez acumulamos más bienes, lo que obliga a buscar espacios adicionales para almacenar todo aquello que no utilizamos, pero de lo que no queremos deshacernos.
Los trasteros han sido siempre una buena alternativa para este fin. Así todo, la escasa oferta de estos espacios y la alta demanda han despertado el interés por el uso de contenedores marítimos como sistema de almacenaje.
Los contenedores transformados en trasteros constituyen una tendencia en auge como uso particular, pero también como proyecto de negocio.
Ventajas de los contenedores marítimos como sistema de almacenaje
Hay muchas razones por las cuales los contenedores marítimos transformados se emplean como trasteros:
Son resistentes y duraderos.
Los contenedores marítimos se someten a rigurosas pruebas de control de calidad y de resistencia al agua, impactos y vibraciones. Están diseñados para proteger en su interior todo tipo de mercancía de la humedad o el polvo, y mantenerla en perfecto estado durante largos periodos de tiempo.
Son compartimentos estancos.
Esto evita los problemas de insectos y roedores que suelen tener algunos trasteros y otras instalaciones de almacenamiento.
Son versátiles.
La variedad de medidas de los contenedores marítimos permite crear trasteros de mayor o menor capacidad. Se puede transformar un contenedor marítimo en un mini almacén para una vivienda unifamiliar hasta realizar un proyecto de self storage con varios contenedores.
Se instalan fácilmente.
Se pueden colocar en cualquier lugar, siendo una opción muy rentable como almacén móvil.
Son accesibles y cómodos.
Tienen acceso directo a ras de suelo, lo que evita tener que subir y bajar escaleras. Además, al ser sistema drive-up, es posible aparcar un vehículo a las puertas del mismo contenedor para mover los bultos, sin necesidad de recurrir a métodos de elevación que supongan un coste extra.
¿Qué tipo de contenedor se utiliza como trastero o mini almacén?
Existen diferentes tipos de contenedor que pueden emplearse como trastero o almacén. Los contenedores de 6 pies (1, 8 x 1,9 metros) y los contenedores de 8 pies ( 2,4 x 2,2 metros) suelen utilizarse como pequeños trasteros o mini almacenes. Son ideales para uso en exterior o interior de viviendas unifamiliares u oficinas, como guardamuebles, almacenamiento de equipos deportivos, herramientas o archivos. De mayor capacidad, los contenedores de 20 pies (13,5 metros cuadrados) y los contenedores de 40 pies (27 metros cuadrados) permiten almacenar desde palés con mercancía a todo tipo de objetos de gran volumen como mobiliario, vehículos o equipos de uso industrial.
Una solución muy común es utilizar los contendores 20’ doble puerta e instalar un tabique de separación en el contenedor, creando 2 espacios de 7.5m², equivalentes al 10’, pero a un coste muy inferior que utilizando 2 contenedores 10’. También existe la posibilidad de crear 4 espacios pequeños de 1.20x3m dentro de un 20’.
Trasteros con contenedores marítimos, un negocio al alza
Transformar contenedores marítimos para prestar un servicio de self storage es una idea de negocio en alza. Este tipo de proyectos no requieren gran inversión y ofrecen rentabilidad a corto plazo. Piensa que estas estructuras son muy rápidas de transportar y montar, y no requieren mantenimiento.
Los contenedores marítimos se pueden combinar para adaptarse al tamaño y diseño del terreno disponible. Asimismo, se pueden desplazar, apilar en altura o ampliar en número, sin necesidad de obras. Si estás interesado en crear tu propio negocio de trasteros con contenedores marítimos o bien adquirir uno para uso particular, ponte en contacto con nosotros. Haremos un presupuesto adaptado a tus necesidades.